La amistad era una divinidad alegórica entre los griegos y romanos. Las estatuas que le erigieron los primeros iban con un ropaje abrochado, la cabeza desnuda y el pecho descubierto hasta el corazón, en cuya dirección que estaba la mano derecha; abrazaba con la izquierda un olmo seco, alrededor del cual crecía una vid cargada de uvas. Los romanos la representaban con el emblema de una hermosa joven vestida sencillamente con un ropaje blanco, la mitad del cuerpo descubierto, coronada de mirto, entretejido de flores de granado y sobre la frente estas palabras: "invierno" y "verano". En la franja de su túnica se leían estas otras: La Muerte y La Vida. Mostraba con la mano derecha su costado, abierto hasta el corazón con esta inscripción: "De cerca y De lejos". Pintaban también a la amistad con los pies desnudos, dando a entender con esto que no hay incomodidad por grande que sea que no venza un verdadero amigo en beneficio de otro. Puede simbolizarse también la amistad heroica por medio de Teseo y de Pirito dándose la mano y jurándose unión en la eternidad.
La estatua de la amistad, del P. Pablo Olivieri en Roma, es una mujer desnuda, con la mano sobre su pecho abierto con una especie de incisión que manifiesta la sinceridad. No es cosa rara verla con dos corazones encadenados en la mano y coronada la frente de flores de granado, cuyo color de fuego, que no sufre alteración, es el símbolo del ardor y de la constancia que la distingue para la vida en la sociedad animal.
Cesare Ripa expresa la amistad pasajera por medio de una joven coronada de flores, símbolo de la adulación; tiene un nido de golondrinas y varios pájaros revoloteando alrededor de su cabeza, ceñida de una corona de flores de poca duración.
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