Entre hijos y padres (y, por extensión, entre descendientes y ancestros)
El Amor Filial es el amor que sienten los hijos por los padres y viceversa. Es un amor que a pesar de todas las cosas que puedan pasar entre ellos casi en el 100% de los casos permanece inalterable. También le podemos llamar amor filial al de Dios con Nosotros y viceversa.
El primer contacto social del niño con el mundo lo tiene el bebito a través de su madre, esta se convierte durante el primer año de la vida en su principal figura de apego, posteriormente este se diversifica y existen otras figuras de apego (padre, abuelos, tíos, etc), no obstante de manera general, sigue siendo la madre la figura principal en la relación emocional que se establece entre el niño y el adulto.
El amor filial, que establece el niño por las figuras de apego, la madre y el padre y los abuelos, es necesario seguir cultivándolo; porque es tan necesario para el desarrollo del niño como el agua o los alimentos que ingiere, querer y respetar a la madre, a su familia, es un sentimiento que crece y se desarrolla siempre que exista una relación entre el infante y sus padres, en la cual prime la comunicación emocional, el afecto, la ayuda y colaboración del adulto hacia el niño.
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